Al día de hoy, para muchos emprendedores puede ser la única salida para abrirse paso a nivel profesional, especialmente porque todos nos hemos mentalizado ya que abrir un negocio online puede ser rentable. Ahora bien, antes de hacerlo hay que planificar bien cómo implementarlo: público objetivo, productos digitales a vender o modelo de negocio son algunos aspectos a tener en cuenta.
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Equilibrio entre especialización y demanda del sector
Antes incluso de elegir el modelo de negocio (Ejemplo: publicación editorial, campus formativo o eCommerce) es importante tener muy en cuenta el conocimiento que, como emprendedor, se tiene del sector productivo en el que se va a invertir tiempo y dinero. Hay mucha competencia en prácticamente todos los sectores y la especialización es crucial.
Al mismo tiempo –y esta es la parte más tediosa pero necesaria–, analizar la demanda del producto o servicio va a determinar los márgenes de beneficio. También es importante tener el cuenta la competencia que existe en el producto a vender, especialmente conocer qué otras empresas lo distribuyen, sus precios, etc.
El consejo general en este sentido es ser realista. Por ejemplo, si se quiere montar una tienda online, apostar por un eCommerce multiproducto puede derivar en un fracaso ya que existen gigantes como Amazon o Aliexpress que ya copan el mercado. Puede ser mejor idea apostar por un nicho de negocio especializado en su lugar.
Plan económico integral a medio plazo
Aunque abrir un negocio online es mucho más económico que hacerlo de forma presencial, esto no implica que no haya que elaborar un plan económico y, muy importante, hacerlo para un desarrollo de negocio a medio plazo, que es cuando los negocios virtuales empiezan a ser rentables. Esto significa asegurar fondos para aguantar al menos dos años sin muchos ingresos.
Ese plan económico estará basado en los gastos derivados de los trabajos realizados y que describimos en los siguientes apartados.
Diseña tu producto y plataforma digital donde venderlo
Uno de los primeros gastos tiene que ver con el diseño del producto y la plataforma web que te permitirá distribuirlo.
En cuando al diseño del producto, habrás de diseñar su imagen o contratar a profesionales que lo hagan. Los tres pasos básicos para hacerlo son:
- Análisis del producto teniendo en cuenta la competencia.
- Conceptualización y diseño.
- Síntesis para implementarlo.
Con el diseño listo, toca elegir la plataforma digital a utilizar. Es muy importante elegir la correcta porque las migraciones a futuro pueden ser una complicación. Afortunadamente, cada día aparecen más aplicaciones especializadas o versiones de las ya creadas. Además, la mayoría de estos recursos están desarrollados con software libre, lo que reduce los gastos al máximo.
Estrategia de marketing digital y comunicación
No hay proyecto online que llegue a buen puerto sin una buena dosis de marketing online y estrategia comunicativa. En ambos casos es importante recurrir a profesionales que diseñen esa estrategia para dar a conocer tu negocio. Los elementos más importantes a tener en cuenta tanto en marketing como en comunicación son los siguientes:
- SEO on Page (para aplicar en la plataforma web) y off Page.
- Creación de blog corporativo para realizar marketing de contenidos.
- Campañas SEM: muy útiles para iniciar un proyecto online o realizar campañas puntuales.
- Estrategia Social Media en redes sociales.
- Diseño del departamento de atención al cliente.
Crear equipo para delegar y crecer
Por último, cuando ya está todo diseñado, es importante pensar en hacer crecer el negocio con la ayuda de otros. Las dos opciones son:
- Contratar a trabajadores si se cuenta con presupuesto.
- Contratar a otros profesionales o empresas para realizar determinadas funciones.
En el segundo caso, se puede delegar la gestión de redes sociales, el mantenimiento de la web o, incluso, el soporte a cliente a empresas especializadas a este nivel. La premisa es que uno sólo no tiene capacidad de crear un proyecto exitoso. Hay que delegar.
Es posible que nunca antes emprender online fuera tan posible. Pero también es verdad que, como ocurre con los negocios físicos, la planificación es esencial.