En este blog hemos hablado de la realidad crediticia española actual en varias ocasiones debido, sobre todo, a la emergencia de una gran cantidad de entidades financieras que en el terreno del minicrédito rápido para familias han sustituido en gran medida a los bancos como proveedores de crédito clásicos.

Por ello, tras haber revisado algunas webs con consejos para pedir un crédito rápido, pasamos a desglosar algunos consejos que nos dan los expertos para saber cómo y cuándo hay que pedir un minicrédito y evitar malas experiencias.
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Solicitar estos créditos sólo para pequeñas cantidades
Aunque estas entidades financieras constituyan hoy en día la principal fuente de pequeña financiación para familias, no sustituyen a los bancos en todo tipo de créditos. Es decir, es muy importante utilizar estas entidades para pedir pequeñas cantidades de dinero. Si bien es cierto que el acceso a estos préstamos es sencillo y los intereses en plazo asumibles, no cumplir con los plazos puede llevar a elevar la deuda a niveles de usura.
Los créditos sin comisiones o sin intereses sí tienen intereses
Aunque originalmente el concepto de minicréditos ha estado relacionado con la iniciativa solidaria de Muhammad Yunus, cuya prioridad era el desarrollo social, actualmente el 99,9% de las empresas de microcréditos tienen una naturaleza financiera y aunque están dentro de la ley, su principal objetivo es el rendimiento económico. Debido a esto, las ofertas de tipo “No pague intereses con el primer crédito” hay que tomárselas con prudencia, ya que si se demora el pago, los intereses pueden ser totalmente abusivos y, en último caso, el prestador puede reclamar los intereses y la mora a través del patrimonio del deudor.
Costes accesorios de la solicitud y gestión de los créditos
Ocurre algo parecido a la contratación de vuelos baratos: la oferta habla de una cantidad, pero luego aparecen todo tipo de gastos que duplican el coste del billete y lo colocan a la altura de un billete normal.
En el caso de los créditos rápidos, es importante tener en cuenta si hay gastos de gestión o comunicación con la entidad financiera. Un ejemplo: hay empresas crediticias que cobran por llamadas telefónicas a precio de números 806 o por SMS cantidades de alrededor 1 euro. En la solicitud de un crédito de 100 euros, estos gastos accesorios de gestión pueden suponer un 20% del total del minicrédito.
Ya lo hemos publicado en este blog: la solicitud de un crédito rápido sólo es recomendable para casos como la “cuesta de enero”, final de las vacaciones, etc. Es decir, casos en los que necesitamos una pequeña cantidad de dinero en espera de cobrar nuestra nómina a fin de mes u otra fuente de financiación y poder saldar así la deuda. En caso contrario, hasta una cantidad tan pequeña como 50 € pueden convertirse en cientos y miles en poco tiempo y, sin quererlo, provocar que pasemos a formar parte de listados como ASNEF y, en un futuro, no podamos recurrir a otro tipo de financiación mayor por no tener una imagen financiera adecuada.