El verano es una época en la que solemos disfrutar más de nuestro coche, ya sea en viajes a la playa, salidas al campo o simplemente paseos por la ciudad. Sin embargo, el calor, el polvo y otros factores propios de esta estación pueden afectar la limpieza y el aspecto de nuestro vehículo. En este artículo, te brindaremos algunos consejos y técnicas para mantener tu coche impecable durante el verano, desde el cada vez más popular lavado a vapor de coches hasta otras formas de limpieza tanto por dentro como por fuera.
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Lavado a vapor de coches: una opción eficiente
Este método utiliza vapor de agua a alta presión para eliminar la suciedad y las manchas de la carrocería, el motor y otras áreas del vehículo. El vapor penetra en los poros y fisuras, desprendiendo la mugre sin dañar las superficies.
El lavado a vapor no solo es eficiente en la limpieza, sino que también es respetuoso con el medio ambiente, ya que no requiere el uso de productos químicos agresivos ni grandes cantidades de agua. Además, el vapor desinfecta y elimina bacterias y ácaros, proporcionando un ambiente más saludable en el interior del coche.
Para realizar un lavado a vapor adecuado, es recomendable contar con una máquina de vapor específica para automóviles, la cual permite regular la presión y la temperatura del vapor. También es importante seguir las instrucciones del fabricante y utilizar los accesorios adecuados para cada superficie.
Si prefieres recurrir a profesionales, también puedes llevar tu coche a centros especializados en lavar tu coche con vapor.
Otras formas de limpiar el coche en verano
Además del lavado de tu coche, existen otras técnicas y productos que pueden ayudarte a mantener tu coche limpio y reluciente durante los meses más calurosos. A continuación, te presentamos algunas opciones:

Limpieza de los cristales y parabrisas
Los cristales del coche son especialmente propensos a acumular suciedad y manchas en verano debido a los residuos de polvo, insectos y el uso de aires acondicionados. Para limpiarlos de manera efectiva, puedes utilizar un limpiacristales específico y un paño suave de microfibra. Aplica el producto en el cristal y, con movimientos circulares, retira la suciedad. Asegúrate de también limpiar los parabrisas por dentro para mejorar la visibilidad.
Limpieza de los asientos y tapicería
El interior del coche también requiere atención durante el verano. La tapicería, los asientos y las alfombrillas pueden acumular polvo, migas y manchas debido al uso frecuente. Utiliza un aspirador para eliminar el polvo y las partículas sueltas. Para las manchas más persistentes, puedes emplear productos específicos para la limpieza de tapicerías. Recuerda seguir las instrucciones y hacer una prueba en una zona pequeña y poco visible antes de aplicar cualquier producto.
Protección del exterior
El sol y las altas temperaturas pueden dañar la pintura del coche, provocando decoloración y desgaste prematuro. Para proteger la carrocería, es recomendable utilizar una cera o sellador de calidad. Estos productos crean una capa protectora que evita la acumulación de suciedad y protege contra los rayos UV. Aplica la cera o el sellador siguiendo las instrucciones del fabricante y realiza un pulido suave para obtener un brillo óptimo.
Limpieza del motor
Especialmente el calor del verano puede afectar el funcionamiento del motor y favorecer la acumulación de suciedad en su superficie. Para mantenerlo en buen estado, es recomendable limpiarlo periódicamente.
¿Cómo hacerlo? Utiliza un desengrasante específico para motores, aplicándolo con un pincel de cerdas suaves. Asegúrate de cubrir las partes eléctricas y evitar que el agua o el producto lleguen a ellas. Enjuaga con agua a presión y deja que el motor se seque por completo antes de encender el coche.
Otros beneficios de la limpieza de coches
Además de por cuestiones estéticas, mantener limpio tu coche en verano es fundamental para preservar su buen funcionamiento. Además, en el caso de la limpieza interior, evitarás que personas con alergías o problemas respiratorios sufran problemas de respiración por la acumulación de ácaros y suciedad.