Hay que vestirse por los pies, sobre todo a la hora de trabajar. El calzado no solo es una parte importante de nuestro vestuario, es casi como una herramienta más para nuestro día a día. Si no contamos con el adecuado, nuestros pies se acabarán resintiendo y esto afectará a nuestra movilidad, o lo que es peor, podría derivar incluso en problemas de espalda o de columna. Por exagerado que pueda llegar a sonar, el buen calzado es importante para nuestra salud y nuestro desempeño profesional.
¿Cómo influyen exactamente nuestros zapatos en el trabajo? ¿Cómo puedo dar con los más adecuados? Son dos preguntas que van de la mano y saltan como resortes en el momento en el que se empieza a ahondar en este terreno. Y son las dos que vamos a contestar para toda aquella persona que quiera cuidarse a la vez que dar lo mejor de sí en cada jornada de trabajo.
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Zapatos cómodos para trabajar: una prioridad
La comodidad debe ser uno de los factores principales a valorar cuando se van a elegir zapatos para trabajar. El pie debe estar totalmente cómodo, a la vez que protegido. Huelga decir que hay que tener muy en cuenta el tipo de actividad profesional que se desempeña a la hora de escoger puesto que, obviamente, un trabajador del sector de la construcción no se enfrenta a las mismas situaciones que un diseñador en una oficina.
Dicho esto, la opción de comprar zapatos online en tiendas como Vistoporlospies es una más que recomendable. Esta tienda online ofrece un catálogo de calzados orientados a dar la máxima comodidad, a la vez que mejoran la postura, evitan los daños a largo plazo y cuidan de la salud de quien los porta. Es una de las favoritas dentro del sector profesional, sobre todo para aquellos sometidos a una mayor carga física en su rutina laboral. Por eso, no podemos evitar aconsejarla.
Aspectos como el tamaño, una talla que siempre debe dar una pequeña holgura al pie para que este no se encuentre excesivamente apretado, materiales que garanticen la transpiración (y también la protección en caso de tratar con agentes externos peligrosos) y suelas que se adapten, pero que protejan frente a superficies complicadas. Todo esto debe tenerse en cuenta y, sobre todo, analizarse caso por caso. Porque cada persona es única, y porque cada trabajo tiene unas exigencias diferentes.
Ahora bien, volviendo al concepto de la comodidad, ¿a qué se debe su relevancia en la jornada laboral? Hay razones que resultan obvias, pero otras pueden no serlo tanto. Vamos a ver los principales motivos por los que es obligatorio que no solo tengas un buen calzado para trabajar, sino también que te resulte cómodo.
Mejoran tu postura
Cuando tienes zapatos que te resultan incómodos, es imposible que puedas caminar correctamente, ya que notas daño en los pies. Acabas forzándolos, y eso afecta ya no solo al pie, también a los tobillos, las rodillas, las piernas, las caderas y, por extensión a toda la espalda. Es como un efecto bola de nieve que acaba repercutiendo en todo tu cuerpo, obligándote a tener una postura antinatural y que puede dañarte.
Las marcas de zapatos con modelos cómodos ayudan a tener una postura mucho más natural, sin tener que forzar ninguna parte de tu cuerpo. De hecho, es aconsejable incluso que los zapatos tengan tacón, aunque sea poco, para evitar así la pisada con demasiada fuerza a través de la pantorrilla. Facilitan la posibilidad de estar erguido, requiriendo un esfuerzo menor.
Velan por tu salud general
El arreglo de la postura es solo uno de los efectos positivos del calzado cómodo para nuestra salud. Cuando cuentan con buenos materiales, suelas que son cómodas y transpiran, y cierres fijos, pero sin apretar en exceso, dan una mejor sensación al andar. Evitar roces, presión o incluso heridas hace que tengas una mejor salud, entre otras razones porque tus pies no sufren, pero tampoco tu cabeza.
Piensa en toda una jornada laboral con unos zapatos que te hacen daño. Es algo que acaba afectando a tu humor, que luego afectará a tu descanso por el dolor en los pies. Todo esto se retroalimenta y va generando una espiral nada recomendable, una que va mermando tu bienestar. Por eso insistimos en la importancia del buen y cómodo calzado para trabajar, porque acaba afectándote por completo.
Te ahorran problemas
Usar zapatos incómodos en el trabajo acaba provocando problemas en los pies que pueden resultar bastante graves a la larga. Los espolones, los juanetes, las callosidades y otras deformidades pueden surgir por no usar el calzado adecuado. La situación puede extenderse incluso a enfermedades articulares, con lo que esperamos que se entienda la importancia de unos buenos zapatos.
Todo esto empieza surgiendo como un daño menor, un pequeño callo, una pequeña molestia. Son cosas que pueden incluso no resultar dolorosas o pasar desapercibidas, pero poco a poco se van agolpando hasta provocar daños importantes.
Ayudan a rendir mejor
El buen calzado hace que te olvides siquiera de que tienes zapatos. Otra preocupación menos que te ayuda a centrarte en el trabajo y te quita otro factor externo que pudiera desconcentrarte. De hecho, con zapatos cómodos y bien diseñados, se facilita tu movilidad y, en caso de tener un trabajo que requiera mucho movimiento, podrás llevarlo a cabo con más destreza y rapidez.
No es solo una cuestión de bienestar, es también una cuestión de eficiencia. Como decíamos al comienzo, podría parecer que el calzado es algo menor en nuestro vestuario, pero, sobre todo cuando hablamos de zapatos de trabajo, son otra pieza indispensable de nuestro día a día. Errar aquí puede traer serias consecuencias a nivel de salud y hasta profesional, porque al final todo esto va de la mano y nos afecta tanto como personas como como trabajadores.
Por eso, cuando vayas a comprar un nuevo par de zapatos de trabajo, recuerda tener muy en cuenta que te queden bien y te resulten cómodos. Pruébalos, anda con ellos y valora en base a eso. No lo dejes pasar.