Pese a ser uno de los materiales más utilizados en los últimos siglos y el producto principal de muchas empresas como promaquina.com, ni está en la tabla periódica ni existe en estado puro en la naturaleza. El acero es una aleación de hierro (Fe) y otros materiales como el carbono (C), este último elemento aplicado en una cantidad variable para conseguir distintos tipos de acero.
Aunque la aleación de hierro con carbono es la más común, existen otros tipos de acero en función de otras aleaciones que merece la pena revisar por su uso.
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Aceros al carbono
El límite entre el acero y el hierro lo estipula la cantidad de carbono que se utiliza en la mezcla del no metal (carbono) con el metal (hierro). Los distintos aceros al carbono tienen los límites de 1,075% de carbono como máximo y 0,03% como mínimo. Cualquier cantidad inferior o superior a estos límites convierte el acero en un aleación de hierro.
Este tipo de acero es de los más resistentes y el que lleva fabricándose durante más tiempo. Ya en la Edad Media existieron grandes maestros que produjeron armas de gran calidad, además de herramientas.
Aceros al silicio
Además de poder producir herramientas y armas, el acero también es utilizado para fabricar transformadores. A este acero también se lo llama acero magnético por poseer esa propiedad. Para conseguirla se añade al hierro una cantidad de silicio que oscila entre cero y 6,5%. Si esa cantidad es mayor del 3% se crea una subcategoría de acero magnético llamada «de grano orientado». Si la cantidad es inferior y no baja del 2% se denomina «de grano no orientado».
El uso más común de estos aceros es para la producción de electroimanes y núcleos de transformadores.
Aceros de cementación
Estamos hablando de un acero de carbono, pero con una cantidad muy baja del no metal. Esto permite crear piezas metálicas de extraordinaria dureza tanto en la superficie como en el núcleo. Además, permiten un pulido máximo para conseguir una textura suave.
Estas características hacen del acero de cementación el ideal para fabricar piezas mecánicas como ejes, engranajes, grandes tuercas, etc.
Aceros inoxidables
Es la aleación más moderna de todas y la mezcla se produce con hierro y, principalmente, cromo. Este segundo elemento está presente en al menos un 10%, además de otros metales que se pueden utilizar en menor porcentaje como el wolframio o el níquel.
Gracias a las propiedades de los metales mencionados se logra evitar la corrosión del hierro para convertir a la aleación en inoxidable o inmune al oxigeno. Los metales no corrosivos, de hecho, son los que se utilizan en la superficie del acero.
Dentro de los aceros inoxidables también hay categorías y familias como los ferríticos, basados en la mezcla de hierro y cromo; los mastensíticos, que utilizan el carbono, o los austeníticos, con más elementos como nitrógeno o manganeso.
Sus usos más comunes son para la fabricación de electrodomésticos, piezas de coches, puertas y ventanas, joyas, menaje del hogar y cualquier material que esté en contacto con el agua o al aire libre.
Aceros estructurales
El último tipo de acero importante es el estructural. Se fabrica, además de con hierro y carbono, con otros elementos como el fósforo, el oxígeno, azufre y silicio. Estos elementos consiguen darle al acero una serie de propiedades distintas a los otros aceros:
- Pese a su resistencia, permite el soldado.
- Es ignífugo.
- Antioxidable.
- También son flexibles, sin que eso afecte a su resistencia.
Gracias a estas propiedades, esto tipo de acero se utiliza en el sector de la construcción para crear cables, vigas estructurales de interior y fachadas o puentes.