Análisis del producto: embalaje y contenedores

El sector del transporte tiene en los productos de embalaje a uno de sus grandes aliados. Gracias al desarrollo tecnológico en este aspecto, hoy en día se puede transportar prácticamente de todo: desde los artículos más grandes a los más pequeños y delicados. Para poder hacerlo con seguridad, se disponen de una serie de artículos para embalar los artículos que pasamos a analizar en nuestra sección Análisis de Producto.

Grandes contenedores

Contenedores industriales

Son las formas de proteger los productos en el transporte marítimo y ferroviario, y pueden ser denominados embalaje industrial. Estos grandes contenedores están generalmente fabricados en distintos materiales metálicos, aunque también se utilizan los plásticos o el PVC.

Además de los grandes contenedores también son cada día más comunes los módulos fabricados en metal o en plástico. Este tipo de embalaje tiene la característica esencial de estar diseñado para que se puedan apilar.

Embalajes para el envío de productos medianos y pequeños

Embalajes pequeños medianos

Aunque los contenedores anteriores pueden ser utilizados para el envío de pequeños artículos como microchips (millones en un mismo gran contenedor), las empresas que envían productos más pequeños y de consumo suelen utilizar otro tipo de embalaje porque éste se puede transportar en muchos más vehículos como camiones, aviones, coches o, incluso, motocicletas. Veamos un resumen de los tipos de embalaje disponibles en este caso.

Cajas y embalajes de cartón

Hay que comenzar esta lista con el tipo de embalaje más utilizado en estos tiempos por todo tipo de empresas. Las formas ya no son solo cuadradas, sino que pueden adoptar la forma de un sobre o de una botella. Tampoco el color marrón clásico es lo más común ya que pueden fabricarse en cualquier tipo de color o personalizarse con logos o imágenes corporativas.

También hay que decir que cada día es más común fabricar estos embalajes con cartón reciclado, lo que está extendiendo su uso.

Embalajes de plástico

Además de los contenedores de gran tamaño, citados en el primer apartado, el plástico también se utiliza como embalaje para pequeños productos. Como ocurre con el de cartón, se pueden fabricar en numerosas formas y colores y aplicar todo tipo de impresiones. Decir que, pese a que el cartón puede ser muy resistente, el plástico llega a la solidez de la madera.

Embalajes térmicos

Hay productos, especialmente perecederos o, incluso, electrónicos, que no soportan bien los cambios de temperatura y, si se rompe la cadena de frío, se deterioran. Aunque se utilicen transportes climatizados para tal efecto, también el embalaje debe contar con materiales que aislen los productos a nivel temperatura. Para ello, se suelen utilizar paneles reflectantes de aluminio con espumas para lograrlo.

Embalajes textiles

Otra variedad a analizar en este tipo de productos son los embalajes textiles. Estos no son los que más seguridad ofrecen, por ejemplo, a los golpes. Por eso, suelen combinarse con otro tipo de embalaje como los contenedores de plástico y metal o cajas de cartón. Lo que si aseguran es flexibilidad a la hora transportar productos ya que hablamos en su mayoría de bolsas o compartimentos similares.

Espumas y rellenos

Otro de los grandes peligros a la hora de enviar productos es evitar que se rompan, especialmente botellas o aparatos electrónicos. Aparte de los distintos diseños que existen para adaptarse a la forma de los productos, todavía se pueden asegurar más con las espumas y los rellenos.

En el caso de las espumas, estas se adaptan a la forma de la caja y dejan huecos para encajar los productos a transportar, logrando una máxima sujeción. En cuanto a los rellenos, estos pueden ser de papel, también de espuma o los clásicos plásticos con burbujas de aire. Su flexibilidad permite rellenar cualquier hueco y dar seguridad al envío.

Y hasta aquí nuestro análisis sobre tipos de embalajes y sus usos más comunes.

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