Para muchos, las utilidades de una impresora 3D y las cosas que se pueden crear con ella no están a su alcance; parecen dispositivos más adecuados para grandes empresas, laboratorios o especialistas en artes gráficas. Todo lo contrario, lo que hace unos años parecía un invento futurista ya está disponible también para el común de los mortales y el fenómeno de comprar impresora 3D se están extendiendo al sector particular por su versatibilidad para crear todo tipo de objetos.
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Cómo funcionan las impresoras 3D
Las impresoras 3D son capaces, a partir de diseños creados por ordenador, de fabricar figuras tridimensionales. ¿Cómo se fabrican esos objetos? Básicamente por tres métodos distintos:
- Adición de polímeros o filamentos plásticos. Esta técnica consiste en ir añadiendo hilos de este material capa por capa para ir creando el objeto según el diseño elegido. Este método también se denomina Deposición de Material Fundido.
- Fotosolidificación por láser. Cuando se utiliza resina como el material a modelar. Esta técnica también se llama estereolitografía.
- SLS o Sintetizado de láser del material. Cuando en su lugar se utiliza un material en estado de polvo.
Tipos de impresoras 3D
La primera gran diferenciación entre impresoras 3D son las que se venden para uso particular y las que se venden para uso profesional.

Impresoras 3D para uso particular
Son mucho más pequeñas que las impresoras profesionales, por lo que su capacidad para crear grandes objetos queda limitada.
La impresora Da Vinci (imagen) es un ejemplo de impresora 3D de pequeñas dimensiones, que no supera los 300 euros de coste y con unas dimensiones de 12×12 centímetros.
Impresoras 3D para uso profesional
En el caso de las impresoras para uso profesional, el tamaño suele ser más grande, incluyen un mayor número de prestaciones y capacidad para modelar más productos. Un ejemplo de impresora 3D profesional es la Colido X3045, con unas dimensiones de 30x30x40 centímetros y con un sistema de impresión de modelado por deposición fundida.
Además de esta diferenciación, las impresoras 3D también se diferencian por el método de impresión que utilizan, de los que ya hemos hablado más arriba.
Materiales para impresión 3D
Depende del objeto que se quiera crear, se pueden utilizar hasta 100 tipos de materiales distintos, aunque estos son los más comunes:
- Polímeros o plásticos. Son los más utilizados y hay varios tipos: ABS, políacido láctico, Laybrick o Filaflex, entre otros. El tipo de impresión con estos materiales puede ser por adición de capas o por láser.
- Resinas.
- Nailon y otros textiles mezclados con plásticos.
- Maderas mezcladas con plásticos.
- Metales. Filamentos de plásticos mezclados con polvo de metal.
De forma general, se pueden utilizar multitud de materiales, en su mayoría mezclados con filamentos de plásticos para facilitar dar la forma a los objetos.
Utilidades de una impresora 3D: ¿qué se puede crear con ellas?
Aunque ya se pueden crear órganos o casas enteras con impresoras 3D específicas el principal uso tanto nivel profesional como particular es el siguiente:
- Creación de juguetes. El sector de la juguetería tiene en las impresoras 3D a un gran aliado.
- Regalos. Otra de las utilidades de una impresora 3D es la fabricación de regalos de todo tipo, en cualquier diseño y prácticamente con cualquier material.
- Maquetas. Aunque la forma artesanal todavía perdura, especialmente las empresas están empezando a utilizar impresoras 3D para crear maquetas.
- Objetos decorativos y para el hogar. Jarrones, macetas, escurre platos y cubiertos, llaveros, abridores de bebidas o esculturas.
- Objetos para oficina. Clips y pinzas para papeles, cubiletes para lapiceros y bolígrafos, percheros y colgadores,
Y así, hasta miles de objetos más que, a diferencia de la elaboración artesanal o por otros medios, se consigue de forma rápida -incluso en serie- y, gracias al abaratamiento de las propias impresoras 3D y los materiales para crear los objetos, cada día de forma más barata.