Ya hemos hablado de mochilas de cuerda como objetos de merchandising para carreras populares y eventos empresariales, las formas más comunes de distribuirlas. No obstante, estos productos dan mucho más juego y se pueden realizar otras estrategias de marketing e impacto de marca con estas mochilas (en formato infantil) en, por ejemplo, centros infantiles y guarderías.
Los analizamos un poco más en detalle.
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Las mochilas de cuerda infantiles
Lo único que las diferencia de las mochilas para adultos es que son más pequeñas, pero en cuanto a materiales, texturas y diseño son igual de variadas. Además, en el caso de las mochilas infantiles para niños que van a la guardería también las hay con asa para poder llevarlas de la mano y no sólo colgadas.
En la imagen que adjuntamos en este apartado se puede ver la diferencia entre una mochila infantil clásica y una de cuerdas.
En relación al uso, dado que en las guarderías no es necesario llevar libros y que estas mochilas son muy resistentes, los niños las pueden utilizar para llevar su almuerzo o comida, herramientas de dibujo y otras cosas pequeñas. Sin duda, también son ideales para las excursiones.
Impacto de marca con una campaña en centros infantiles
Descrito el producto, ahora toca hablar de su efecto publicitario. En primer lugar, decir que la estrategia no está dirigida a los niños sino a los adultos que los rodean: padres, profesores y trabajadores de centros infantiles.
En cuanto a la estrategia práctica, la idea es regalar a los centros y no a los niños o padres las mochilas de cuerdas. ¿Cuándo? ¿Cómo?
El “cuándo” es preferible que sea a principio de curso, cuando se adquieren los materiales educativos. De esta forma, el centro puede repartir las mochilas a los alumnos a modo de regalo.
En cuanto al “cómo”, hablamos de cantidad. Si se quiere que la campaña publicitaria sea grande, se puede invertir un poco más para dotar de mochilas a todos los alumnos. Si no, se puede optar por cantidades redondas: 50, 100, 150…
¿Cómo se produce el impacto de marca? En base a los siguientes elementos:
Ya solo el hecho de regalar estas mochilas crea una buena impresión de la propia marca en los adultos.
- Dado que la mayoría de los niños llevarán colgada la mochila, el logo de la empresa debe ir en la parte posterior de la misma y en tamaño grande para evitar que no se vea debido a los pliegues.
- Para que los niños la lleven con entusiasmo es importante adaptar los logos o incluir motivos infantiles.
- También se puede jugar con las formas de la mochila. De hecho, para niños, existen mochilas con forma de camiseta de tirantes o las que pueden convertirse en toallas.
- Otra opción es darle a la mochila una utilidad educativa. Un ejemplo es la mochila de la imagen superior que se puede colorear con lápices de colores.
Finalmente, recordar que toda la estrategia busca agradar a padres y adultos en general, los cuales, de hecho, serán finalmente los consumidores de la marca que aparece en las mochilas de cuerda.